Tras unas semanas, más concretamente desde el 1 de septiembre, repletas
de actividades culturales y de obra social, llegó el ansiado fin de
semana de la Bendición de María Santísima de la Estrella. En primer
lugar, aunque estaba todo preparado, la presencia de la lluvia en la
jornada del sábado en el momento justo del inicio del pasacalles obligó a
modificar la primera parte de la Gala "Para una Estrella" y suspender
el resto del concierto. Por ello, al menos, todas las bandas
participantes pudieron interpretar un par de marchas en la arquería del
Ayuntamiento en la Plaza Mayor. Desde estas líneas agradecemos
enormemente la predisposición y el esfuerzo realizado por dichas bandas:
CC.TT. Jesús Nazareno de Trujillo, A. M. Oliva de Mérida, CC. TT. Sones
de Pasión de Cáceres, A. M. Jesús Nazareno de Jerez de los Caballeros,
CC. TT. Humilladero de Cáceres y la A. M. Expiración de Salamanca.
Del mismo modo, es justo reconocer la labor de los voluntarios de la
Hermandad, quienes desmontaron todo el dispositivo de la Plaza de Santa
María bajo una intensa lluvia y llevaron todas las tapas y montaditos
que estaban preparados a los hermanos de la Cruz Blanca y a distintos
comedores sociales de Cáceres.
Ya el domingo, 12 de octubre, día de la Bendición, nuestra Hermandad
junto a algunas de las cofradías de otros puntos de España que nos
acompañaron en estos días, se desplazó hasta el Santuario de la Stma.
Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres, para ponernos a las plantas de
la gran devoción mariana de la ciudad y mostrarla a los cofrades
venidos de Sevilla, Salamanca, Toledo, Coria del Río, Navas de San Juan,
Vélez-Málaga, Huelva... Una vez en el Santuario fuimos recibidos por el
Mayordomo de la Virgen de la Montaña, Joaquín Floriano, quien explicó
desde el corazón la devoción que Cáceres profesa a la Virgen, se le rezó
la Salve e hicimos entrega de un ramo de flores, luego una
representación de cada Hermandad presente pudo subir al Camarín y
posteriormente se visitó la cueva de Francisco de Paniagua y el Salón de
Mantos.
Y con esto llegó el momento tan esperado de la Solemne Bendición de la
imagen de María Santísima de la Estrella. A las 19.00 horas dio comienzo
la Misa Estacional presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de
Coria-Cáceres, D. Francisco Cerro Chaves, y concelebrada por el Delegado
Diocesano de CC. y HH., D. Juan Carlos González del Cerro, O.P.; fray
José María Morán Arrojo, OFM, Guardián de la Fraternidad Franciscana San
Antonio de Padua y Director Espiritual de la Hermandad; D. Miguel Ángel
Morán, Rector del Seminario Diocesano; D. José María Hoyos, Director
Espiritual de la Unión de Cofradías; fray Restituto, fraile de nuestra
Fraternidad; fray José Arenas, Guardián de la Fraternidad Franciscana de
Mérida y nuestro querido fray Isidro Moruno, OFM. Al servicio del Altar
y del Sr. Obispo estuvieron los seminaristas de Coria-Cáceres junto con
los acólitos del Grupo Joven de la Cofradía. Ilustró musicalmente el
Coro de la Universidad de Extremadura, dirigido por D. Francisco
Rodilla; el tenor Alonso Torres y el dúo de cuerda Armoniex.
Tras la bella homilía del Sr. Obispo se procedió a la bendición de la
Imagen y su ajuar. En primer lugar, los servidores vestidos con trajes
de librea acercaron la Corona para ser bendecida y se asperjó las ropas
de la Virgen, para posteriormente tras unas bellas palabras del rito
propuesto por el Concilio Vaticano II ser bendecida María Santísima de
la Estrella. En ese momento el Sr. Obispo con la ayuda del vestidor de
la Virgen, José Manuel Valencia, coronó litúrgicamente a la Virgen
mientras el Templo de Santo Domingo, repleto de fieles, rompió en un
rotundo aplauso. Tras él, los cantos de la Misa fueron en honor a María:
Ave María de Schubert interpretado por Alonso Torres, Ave Maris Stella
de Grieg, la franciscana Plegaria a Ntra. Sra. de los Ángeles o el bello
Ave María de William Gómez.
Al finalizar la Comunión llegó el momento de las intervenciones,
comenzando con una representación del Grupo de Costura quienes querían
expresar con palabras su trabajo y amor a la Virgen y a la Cofradía.
Tras ellas, las madrinas de la Bendición, la Cofradía de la Virgen de la
Montaña y la Hermandad de la Estrella de Sevilla, quienes entregaron un
regalo a la Stma. Virgen de la Estrella: una medalla de la Virgen de la
Montaña y una réplica de la mariquilla de la Estrella de Triana. Por su
parte, nuestra Hermandad les correspondió con un cuadro de nuestra
Virgen y con una estrella igualmente réplica de las que lucía María
Stma. de la Estrella en la Bendición. Finalizaron las intervenciones con
el Mayordomo entregando unos recuerdos al escultor de la imagen de la
Virgen, José Antonio Cabello; al vestidor, José Manuel Valencia; al Sr.
Obispo, Seminario Diocesano y Guardián de la Fraternidad.
En el cóctel de honor que posteriormente se sirvió en el Claustro de
Santo Domingo decorado con las fotografías de distintas hermandades de
la Estrella de España se entregaron recuerdos a las distintos sacerdotes
y cofradías presentes, tanto de Cáceres como de otros puntos de España,
a saber: Hermandad de la Estrella de Los Santos de Maimona, Hdad. de la
Estrella de Toledo, Hdad. de la Estrella de Coria del Río, Hdad. de la
Estrella de Palomares del Río, Hdad. de la Estrella de Ayamonte, Hdad.
de la Estrella de Vélez-Málaga, Hdad. de la Estrella de Navas de San
Juan, Hdad. Jesús Despojado de Salamanca, Hdad. Socorro de Rociana del
Condado, Grupo Joven de la Hdad. de San Bernardo de Sevilla y A. M.
Expiración de Salamanca.
María Santísima de la Estrella lucía para su Bendición su terno
compuesto por manto turquesa bordado en aplicación de plata y saya
jacinto a juego, confeccionado por el bordador hispalense Mariano Martín
Santonja; la corona y puñal a juego del orfebre Joaquín Ossorio;
distintos rosarios como el regalado por el Grupo Joven de la Hdad. y el
de su camarero; estando compuesto su tocado con distintas piezas de su
ajuar: tul bordado, dos piezas del encaje tambor y un encaje Battenburg,
todo ello del s. XIX, con puños de encaje duquesa decimonónicos y
pañuelo de encaje de Normandía, luciendo en su pecho y sardineta
distintas alhajas regaladas por hermanos. Sobre sus sienes hasta el
momento de su coronación lucía una bella corona de flores naturales
realizada por N/H Pedro Luis García a base de rosas ramificadas,
bouvardia e hypericum.
El Retablo de Bendición se disponía con el nuevo Dosel de terciopelo y
damasco realizado por el Grupo de Costura en lo alto con el Trono vacío
de María Santísima entre candelería prestada por la Cofradía de los
Ramos y del Socorro de Rociana. A los lados de María Santísima dos
doseles auxiliares de tamaño académico igualmente realizados por el
Grupo de Costura con mesas pintadas por N/H Juan Avís Pañero con escenas
de la Tranfiguración del Señor (en representación de la Función del
Señor de la Salud que se celebra ese domingo) y de la Inmaculada
Franciscana. Sobre las mesas los Arcángeles Miguel y Rafael, cedidos
junto a la casulla del Sr. Obispo y el paño de ambón por las clarisas
del Monasterio de San Pablo. El Altar Mayor, puesto que sobre el de la
Iglesia iba la Virgen sobre la peana de procesión de Ntra. Sra. de la
Esperanza, era el que Félix Granda realizó para la Virgen de la Montaña
en madera y bronce, estaba sobre una plataforma realizada ex-profesa
cubierta por los telones de la Cofradía del Nazareno y los reposteros de
la Cofradía de los Estudiantes. Las ánforas más cercanas a la Virgen,
cedidas por la Cofradía de la Expiración, se presentaban con rosas talea
y la belle, calas rosas, hypericum, bouvardia y nardos. El resto de
flores que decoraban el presbiterio eran liliums, rosas, nardos,
eucalipto, helecho de cuero, aralia... Completaba la decoración del
Templo las seis grandes ánforas de plata de la Virgen de la Montaña con
nardos, liliums, rosas, statice, limonium... y sendas colgaduras de
terciopelo en las columnas realizadas por el Grupo de Costura.
Igualmente en el atrio, pese a las inclemencias meteorológicas que no
permitieron colocar telones y colgaduras, sí lució un friso en la puerta
del Templo y centros por todo el atrio.
Como cúlmen a todos estos actos se celebró un devoto Besamanos
Extraordinario el lunes, 13 de octubre, durante todo el día, que fue
inaugurado por a las 10.45 horas por los representantes de las distintas
hermandades de la Estrella que nos acompañaron, quienes posteriormente
fueron recibidas en el Palacio de la Isla por el Concejal de Cultura y a
las que se les ofreció una visita guiada por la Ciudad Monumental,
pudiendo ver los distintos monumentos y Templos que acogen varias
cofradías de Cáceres.
Para el Besamanos María Santísima de la Estrella lució pecherín de
encaje Mirecourt del s. XIX así como las distintas joyas regaladas en la
Bendición: las de las madrinas; una medalla de la Estrella de Las Navas
de San Juan; rosario de la Estrella de Coria del Río; medalla de la
Hermandad de la Estrella de Ayamonte; cruz pectoral de Jesús Despojado
de Salamanca, así como el pectoral donado por el Sr. Obispo. El Altar de
Besamanos tuvo la bella particularidad para los hermanos de la Cofradía
que al estar en él también el Señor de la Salud, quien lucía también
con sus mejores galas: túnica de terciopelo púrpura, cíngulo y potencias
de plata y el encaje de Bruselas del s. XIX, pudimos ver por fin a
nuestros dos Titulares juntos: el Hijo por fin junto a su Madre.
Por la mañana el besamanos conluyó con un Acto Mariano por parte del
Grupo Joven donde se recitaron las letanías compuestas por los miembros
más jóvenes de nuestra Hermandad, al que asistieron representaciones de
la Juventud de Jesús Despojado de Salamanca y San Bernardo de Sevilla,
quienes estos últimos tuvieron el bello detalle de regalar en nombre
suyo propio y de la Hermandad una mantilla para la Virgen. Ya por la
tarde el besamanos concluyó con el rezo del Santo Rosario.
Con todo esto, tan sólo queda agradecer a los hermanos su esfuerzo y
trabajo en pro de María y de la Hermandad; a todas las cofradías que nos
han cedido sus enseres para ennoblecer nuestros retablos de culto; a
todas las cofradías venidas de distintos puntos de España para
acompañarnos en estos momentos de alegría; a la Fraternidad Franciscana
por su colaboración; al Sr. Obispo, Delegado Diocesano de Cofradías y el
Seminario Diocesano, especialmente al amigo seminarista y cofrade
Ricardo Fernández por su inestimable ayuda en muchos aspectos, a las
madrinas de la Bendición por su cariño; a las instituciones públicas de
Cáceres por su colaboración... en fin, a todos gracias y enhorabuena
puesto que ha sido trabajo de todos.
Que el Señor de la Salud os bendiga y os guarde y que María Santísima de la Estrella os guíe e ilumine en vuestro caminar.
Galería fotográfica: